domingo, 11 de febrero de 2007

Poniendo la mejilla (III)

Turno de hablar de José María del Nido, o mejor de DON José María del Nido.
Resulta que eres el presidente del mejor equipo del mundo, y te toca ir al peor estadio de primera. Resulta que tu equipo tiene la radio más escuchada de Sevilla, y no la dejan entrar al mismo estadio. Resulta que llegas al estadio y te dicen que te van a dar un obsequio delante de un busto de un ex-presidente del otro equipo. Pides que se cambie la ubicación del acto, y te contestan "en mi casa se hace lo que a mí me da la gana". Contestas que con esos modos no recoges el obsequio. Te tachan de irrespetuoso y te ponen en una esquina del palco, tirado, como una colilla. Desde esa esquina observas como la afición de tu equipo entra 20 minutos tarde y como la del rival desea tu muerte. Desde esa esquina observas como arrojan bengalas, petardos, mecheros y botellas a tus jugadores. Acaba el partido, dispones a irte y bajando las escaleras, el sobrino del máximo accionista del equipo local te trata de tirar por las escaleras. No te caes porque te agarran. Te ponen un micrófono por delante, tratando de sacarte un insulto y respondes como lo que eres como un caballero. Una vez más y no es la primera (ni será la última) OLE, OLE, Y OLE, del Nido, perdón quise decir, DON JOSÉ MARÍA DEL NIDO.

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